Porque para dormir bien se necesita silencio, y porque el silencio es imposible si no consigues acallar tu mente, hoy te traigo un recurso que te ayudará a hacer un reset mental para despertarte nuevo. ¡Shhhh….!
«Difícil dormir cuando la mente no calla»
Dicho Popular.
Esas noches sin poder conciliar el sueño son eternas, tú y tu almohada lo sabéis muy bien.
Mientras el mundo entero parece disfrutar de su descanso, un zumbido imparable te va minando el cerebro y no deja que tu cabeza desconecte:
Puede que sea porque compites fuera de tu país y el jet lag te tiene como un búho.
O que los horarios imposibles de las competiciones hayan convertido a tu reloj biológico en una brújula sin norte ni rumbo.
Quizás el estrés al pensar que “tienes que” dormir para rendir taladre cada noche tu mente sin piedad, impidiéndote precisamente esa desconexión que tanto necesitas.
No poder conciliar el sueño puede ser una terrible pesadilla.
Si no consigues ponerle remedio, puede afectar seriamente a tu rendimiento deportivo, a tu vida personal y a tu salud, hace solo unos días hablábamos de ello en el Diario As.
El sueño en el deporte de alta competición: lo que sucede cuando no consigues conciliar el sueño
El sueño está considerado como la mejor herramienta de recuperación física y mental, gracias a sus efectos fisiológicos y restaurativos.
Tanto es así, que en deporte de alta competición se utilizan las siestas cortas como un elemento más de desarrollo deportivo, la mayoría de clubes cuenta con espacios para dormir e incluso asesores de sueño, cuya única función es propiciar el descanso.
Pero si no duermes bien las cosas se pondrán difíciles.
Ni tus músculos ni tu cerebro estarán lo suficientemente despiertos como para darte una respuesta rápida si la necesitas.
Estarás mucho más expuesto a las lesiones y te será mucho más difícil manejar la presión.
«No conciliar bien el sueño tendrá consecuencias directas sobre tus marcas, porque tu velocidad, tu resistencia, la fuerza y la atención se verán directamente afectadas»
Y no solo eso.
No dormir lo suficiente bajará tu resistencia al dolor y hará que tus músculos tarden en recuperarse tras un esfuerzo acusado.
La buena noticia es que conciliar el sueño es fácil, una vez más, la mente guarda todos los secretos…
¡Sigue leyendo! 😉
Cómo dormir bien a pesar de la presión competitiva, el jet lag y los horarios desquiciantes (y un recurso final para ayudarte a descansar de verdad )
Si eres seguidor habitual del blog o del podcast de Making Talent, habrás seguido de cerca las historias de todos esos talenters fuera de serie que parecen no tener rival.
Todos han conseguido enfrentar miedos y bloqueos mentales, todos han tenido que sacar las espadas y plantarle cara a creencias más o menos limitantes para progresar.
¿Pero qué pasa cuando todos esos pensamientos aparecen de noche, cuando hasta las espadas están durmiendo y tú estás completamente desarmado?
¿Y qué pasa si no estás en tu cama, o si la diferencia horaria cuando sales de competición te está obligando a dormir cuando normalmente desayunas?
Pues lo que pasa es que todos esos bloqueos se vuelven gigantes y si no sabes controlarlos acaban devorando cualquier posibilidad de descanso.
«La buena noticia es que existe un lugar donde podrás estar en calma estés donde estés, sin importar los horarios exigentes ni la presión competitiva, y ese lugar es tu mente»
Las horas antes de ir a la cama son suficientes para conseguir unos buenos resultados de sueño.
Si realmente quieres conseguir resultados a largo plazo, te aconsejo que te prepares de forma progresiva, del mismo modo que preparas cualquier desafío.
Necesitas localizar cuales son los detonadores de tu insomnio, qué es exactamente lo que ocupa tu mente cuando empiezas a pelearte con la almohada y trabajar sobre ello con un buen plan de acción para lograr la seguridad y la calma mental que necesitas.
Aprende a desconectar tu mente y prepara cuerpo y mente para un sueño reparador
Es muy aconsejable realizar algún tipo de meditación, primero porque te ayudará a relajarte, y además te aportará claridad mental para detectar qué te está impidiendo descansar.
Puede que no dormir sea la forma que tiene tu mente de decirte que tienes que prestar atención a algún aspecto concreto de tu desarrollo deportivo o personal.
«La mente es poderosa, pero puede entrenarse y transformarse, y entonces se convierte en imparable».
¿Qué podemos hacer para conciliar bien el sueño?
Si lo que altera tu capacidad para conciliar el sueño es el jet lag, hay algunos recursos que puedes poner en práctica para aminorar en lo posible sus efectos:
- En la medida de lo posible, intenta viajar con anticipación: se considera que se requiere un día de adaptación por cada zona horaria cruzada, por tanto, si vas a cruzar tres zonas horarias, es recomendable que viajes con al menos tres días de adelanto.
- Ajusta (si puedes) los horarios de entrenamiento a los de la competición: si la diferencia horaria lo permite suele ser buena idea adaptar los entrenamientos previos a la competición ajustándolos al horario en que te tocará competir en tu lugar de destino
- Adapta progresivamente tu hora de ir a la cama al horario del país de destino: cuando se viaja hacia el este (si viajas desde Europa a Asia) se recomienda adelantar la hora de ir a la cama en 30 minutos cada día, desde una semana antes del viaje, y al contrario si viajas hacia el oeste.
Como ves, no hay nada que no puedas empezar a integrar. Si tu objetivo es dormir, haz cosas que te ayuden a ello. Ya lo decía Lao Tzu: lidia con lo pequeño antes de que se vuelva grande. Una advertencia: si lo haces un día, no puedo garantizar que logres conciliar el sueño a la primera. Los hábitos requieren constancia y solo cuando se convierten en ‘hábitos’ son verdaderamente eficaces. Ten paciencia y verás que poco a poco duermes bien y te despiertas mejor.
Si quieres subir un nivel en un sueño reparador, te recomiendo esta rutina para que practiques durante una semana: ‘7 días de sueño reparador’, especial para mentes inquietas y cuerpos que necesitan regenerarse y rendir al 100%.
Qué tengas dulces sueños.
Mónica.
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