Dime cómo compites y te diré cómo fluyes.
“He tenido la sensación de estar solo con el balón, como cuando ves una imagen a cámara lenta. Es difícil describir el silencio, pero es lo que he sentido. Estaba seguro de que iba a marcar”.
Andrés Iniesta.
Ser deportista de elite imprime una determinada personalidad forjada, por defecto, por el desarrollo de ciertas habilidades (técnicas, tácticas y mentales) que marcan su camino al éxito deportivo. Sin embargo, existen muchas maneras de transitar por ese camino.
Maneras de vivir y maneras de competir que distinguen a unos de otros. Racionales, calculadores, impulsivos, creativos, acomodados, persistentes, solitarios, autocríticos, desacomplejados, ‘estrellas en solitario’ o ‘líderes de manada’, entre muchos otros rasgos predominantes.
Hay muchas personalidades, pero solo una capaz de ‘fluir’.
Cuando un deportista está en la zona de ‘flow’ compite entregado a aquello que más ama sin importar nada más. Aquello que le da la vida. Estar en estado de flow -o ‘entrar en la zona’- es entrar en ese estado. Para disfrute del espectador y aficionado.
Donde muchos ven problemas o límites, el deportista que fluye ve más atractivo y apasionante el camino.
Marc Márquez es uno de esos deportistas, han pasado más de 10 años desde que el piloto nos deleita con su estilo, técnica y personalidad arrolladora en el asfalto y alegre y positiva ante el espectador y los medios. 10 años en los que ha madurado y crecido como piloto, sí, pero en los que no ha perdido esa capacidad de fluir que alimenta su pasión.
La ambición de Marc no se cuenta en títulos, sino en algo mucho más intangible: ser el mejor. Siempre.
No hay presión posible porque para él no existe nada más placentero que subirse a una moto. No es casualidad que un ganador como Marc sonría siempre, incluso cuando las cosas no le salen como le hubiera gustado.
De hecho, muchos estudiosos de ese estado de ‘flow’ se han preguntado si la alegría puede ser una ventaja para entrar en esa zona de entrega y genialidad. No solo la alegría, sino cualquier variable o rasgo que determine la frecuencia e intensidad de las experiencias que permiten ‘fluir’.
¿Qué rasgos de personalidad hacen que un deportista alcance el estado de flow?
- En primer lugar, este tipo de deportistas está orientado a metas, pero no se centran en ellas. El valor, aquello que marca la diferencia, está en el proceso de aprendizaje que les lleva a ser mejores, no por unos resultados en concreto, sino por la maestría desarrollada durante el camino. El proceso forma parte del aprendizaje y, como parte del crecimiento, se disfruta.
- El deportista que fluye es optimista y confía en sus posibilidades. Confía, precisamente, porque tiene un gran control sobre su potencial y las destrezas que va adquiriendo y mejorando con cada nuevo desafío.
- El deportista que fluye mantiene el estrés y la ansiedad a raya. La frustración no aparece con facilidad, precisamente porque en el desafío encuentran la motivación para seguir mejorando. Perder no es un fracaso sino un impulso para seguir trabajando.
- El deportista que fluye se adapta. No permanece siempre en la misma posición. Su personalidad no permanece inalterable. Al contrario. La experiencia va modificando su visión, enfoque técnico y patrón de pensamiento a medida que sus puntos débiles y fuertes van modificando junto a él.
- Para fluir hay que disfrutar del proceso y no solo de la victoria. Cuando un deportista disfruta compitiendo es capaz de persistir ante la adversidad y enfrentar el desafío y la derrota. También de superar cualquier estado de estancamiento o bloqueo en sus resultados.
Ahora que ya sabemos cómo es el deportista capaz de fluir en la competición, te invito a profundizar un poco más en el estado de ‘flow’ en el deporte: aquí podrás saber más sobre qué tiene la zona en la que Marc Márquez se siente como pez en el agua y dos consejos infalibles para lograr ‘entrar’.
Mi querido Imparable, ¿has experimentado alguna vez lo que se siente al estar en estado de «flow»? ¿cuáles fueron para ti las claves para fluir?
Te leo aquí debajo.
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